La quebrada de Vitor está ubicada en la Comuna de Camarones, Región de Arica y Parinacota. El rio que corre por ella, y que en la parte media y alta también se denomina Codpa, nace de los cerros Anocariri y Orcotunco (4959 msnm) y de los cerros Familiani (4.640 msnm) y Marquez (4900). Este río, emplazado en el medio del desierto, posee aguas dulces de excepcional calidad para el consumo humano y para la agricultura, lo que desde tiempos prehispánicos ha otorgado un alto valor al valle.
En el sector alto y medio del valle el paisaje ha sido modificado orgánicamente por el ser humano a través de un largo periodo de tiempo y es hoy un testimonio de cómo sus antiguos y actuales habitantes se relacionan con la pachamama o madre tierra. La grandiosidad y riqueza de las poblaciones locales está reflejada en obras realizadas comunitariamente, que fueron efectuadas en tiempos prehispánicos, cuando el desarrollo estaba centrado principalmente en la agricultura.
La agricultura de Codpa, siguiendo el patrón andino, se basó en obras que hicieron cultivables laderas del valle con gran pendiente. Parte fundamental del paisaje cultural, es el aterrazamiento de casi todo el fondo del valle en base a pircas de piedra. Estas obras de ingeniería hicieron posible en tiempos prehispánicos ampliar las fronteras agrícolas.
Las extraordinarias condiciones agroecológicas del Valle de Codpa, y su inserción en la denominada “Ruta de la Plata” motivaron la ocupación por los colones españoles de terrenos agrícolas, para el establecimiento de haciendas productoras del vino y frutas. Estas frutas y sobre todo el vino Pintatani alcanzó gran popularidad, siendo utilizado en las fiestas patronales de todos los pueblos de los “Altos de Arica”. También fue llevado por arrieros codpeños a lomo de mulas y, cruzando el desierto hasta las oficinas salitreras en la región de Tarapaca y la cuidad de Arica.
Los principales poblados que existen hoy en el Valle de Codpa, desde arriba hacia abajo son: Chitita, Guañacagua, Guatanave, Marquirave, Codpa y Cerro Blanco.
Hoy en día los habitantes del valle siguen compartiendo valores culturales comunes que se sustentan tanto en su historia como en una serie de festividades, tales como el carnaval, santos patronos, cruz de mayo y actividades de producción agrícola arraigadas en prácticas culturales ancestrales, que ponen en valor la relación del hombre con la naturaleza.
Resumen de texto Garcia, P. (2017) en libro Arica y Parinacota. Paisaje Cultural de América. Arica, Chile.